miércoles, 19 de junio de 2013

¿Por qué educar las emociones?...

...o enseñando el equilibrio



Como veíamos en el artículo anterior Educar las emociones,   sentimientos y emociones nos acompañan a cada momento de nuestra vida, ejerciendo una poderosa influencia en nosotros. Se puede decir que las emociones son como filtros, que nos hacen ver nuestras vidas de uno u otro color según lo que sintamos a cada momento.

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Por ejemplo cuando nos sentimos frustrados, una sensación desagradable puede envolvernos e influirnos en nuestra manera de interpretar cuantos hechos nos ocurran y de ese modo, nuestro comportamiento podrá verse afectado por esa sensación, pudiendo realizar conductas que no hubiésemos consumado de no sentirnos así.

De igual modo, el hecho de sentirnos felices y contentos, puede hacer que las cosas que nos ocurran las interpretemos de manera más constructiva y que nuestro comportamiento no acumule problemas a nuestra existencia.

Estudios recientes advierten que un 25% de la sociedad occidental padecerá depresión en los próximos años. Esta aseveración, demuestra que nuestra salud mental ha de convertirse en prioridad si queremos gozar de una vida saludable y de un auténtico bienestar personal.


Tanto nuestra salud mental como nuestro bienestar personal, están directamente relacionados con la forma en la que nos relacionamos con nuestros distintos entornos y con los sentimientos y emociones que se generan durante esas relaciones.


Ambos son elementos que se retroalimentan, ya que una salud mental óptima favorece los sentimientos agradables y el bienestar personal afecta positivamente a nuestra salud mental.

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Por ello, es importantísimo fomentar en nosotros un desarrollo emocional adecuado a partir de una serie de destrezas y habilidades que nos permitan y faciliten la gestión de las emociones y los sentimientos.

Esto que acabamos de decir, no sólo es aplicable a nosotros como personas adultas, madres o padres, si no que además, adquiere especial importancia cuando se convierte en referente de la educación de hijos e hijas. 
Respondiendo a la pregunta que da título al artículo, las emociones influyen de forma privilegiada en nuestro estado de ánimo y en como nos relacionamos con el mundo que nos rodea, debido a que:

  • La felicidad personal depende del balance entre las emociones placenteras y las “displacenteras” (habitualmente se habla de emociones positivas y negativas, pero desde Pedagogía para Padres no pretendemos aplicar juicios sobre ellas, prefiriendo referirnos a si proporcionan o no estados agradables en las personas). Un balance a favor de las emociones placenteras, resulta en un más que probable bienestar emocional.
  • Las emociones pueden afectar a nuestra salud física a través de la somatización, o dicho de otro modo, pueden generarse dolencias físicas a partir de como nos sintamos.
  • Disponer de habilidades  de gestión emocional, nos ayuda a conformar una personalidad más equilibrada.
  • La motivación personal para hacer o emprender en nuestras vidas, depende mucho de nuestros estados emocionales.
  • Desarrollar nuestro ajuste social, puede depender en gran medida de los sentimientos y emociones que emanan de nuestras relaciones sociales, ya sean para favorecerlo, como para entorpecerlo.
  • Funciones superiores como la atención, el aprendizaje, la memoria o los juicios que elaboramos, están condicionados a nuestros estados anímicos.
  • Las emociones son inevitables, así como sus efectos en las personas, por tanto es importantísimo y otorga calidad de vida conocer qué sentimos y cómo nos afecta eso que sentimos.
  • Se puede aprender a manejar los estados emocionales.
  • Al final del proceso están nuestros comportamientos, que pueden ser más adecuados si conocemos y manejamos lo que sentimos.
  • A través de los pensamientos, podemos modular la intensidad de las emociones.
  • Razón y emoción están íntimamente interconectadas.





Tomando conciencia

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Los motivos mencionados, son razones que consideramos más que suficientes, como para otorgar a las emociones un lugar protagonista en la educación de hijos e hijas, pero no sólo eso, si no que todas aquellas personas con responsabilidad educativa sobre alguien (y ahí os encontráis vosotros como madres y padres), estaréis seguramente influenciados por vuestras propias emociones y vivencias, que sin duda os facilitarán u os dificultarán esa noble labor.

Ampliaremos esta interesante sección con nuevos artículos, que completen la información sobre esas grandes desconocidas, a la par de determinantes en nuestras vidas, llamadas emociones.


Os agradecemos sinceramente que sigáis con nosotros y que compartáis estos contenidos, algo fundamental  para dar continuidad al proyecto.

1 comentario:

  1. Hola, tengo un blog de bebés y me gustaría saber si me darías permiso para poner artículos tuyos, siempre poniendo tu enlace y diciendo que es tuyo, espero tu respuesta gracias

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