jueves, 28 de febrero de 2013

Normas en casa...


…o ejerciendo como padres




Introduciendo las normas en casa


Como se anticipaba en el artículo anterior, la realidad de la convivencia en la mayoría de hogares, exige de quienes los conforman que interaccionen de manera organizada. Para ello las familias cuentan con un poderoso instrumento que puede permitirles establecer el marco en el que van a desenvolverse personas con distintas edades, roles y responsabilidades, con distintos gustos y prioridades y que van a estar muy juntitas en espacios muy reducidos: las normas.






Ellas nos van a facilitar ese complicado y riquísimo (en situaciones) escenario que es la familia. Nos ayudarán en nuestra conducta y nos alumbrarán sobre lo que se espera de nosotros en la convivencia, para que así podamos ajustar nuestro comportamiento (manteniendo por supuesto grandes dosis de libertad), al espacio común en el que coexistimos.

Cuando hablamos de normas o reglas, nos referimos no a algo estanco e inamovible, sino a elementos con distintas tipologías, o para entendernos mejor, no todas las normas son iguales.

En Pedagogía para Padres hacemos una propuesta sobre los distintos tipos de normas que podemos introducir en nuestra familia.








Funciones que cumplen las normas

Las funciones son capacidades de actuar propias los seres vivos, las máquinas o los instrumentos. Para entendernos mejor, las normas, como instrumentos que son, tienen la capacidad de conducirnos hacia unos resultados concretos. Entre otros destacamos los siguientes:

  • Ayudan a poner límites a los impulsos y comportamientos de los hijos, y a crear conductas pro sociales y saludables. Facilitan el autocontrol de nuestros hijos, cuestión fundamental para un desarrollo equilibrado.
  • También regulan nuestros deseos más inmediatos posponiéndolos (si no es el momento), ajustándolos al comportamiento social acordado y facilitándonos conductas más adecuadas. O sea, Nos enseñan a saber esperar al momento apropiado.
  • Regulan situaciones y conductas a las que pueden exponerse los hijos.




Las normas nos van a facilitar
MAM

  • Que se garanticen aprendizajes seguros y progresivos según momento evolutivo de nuestros hijos e hijas.
  • Que ganen progresivamente en autonomía personal.
  • Que se eviten aquellos riesgos que, según su edad, no puedan afrontar de forma eficaz, porque aun no estén preparados.
  • Ayudan sustancialmente a la convivencia familiar, ya que al respetarse los acuerdos de la familia se reducen los conflictos interpersonales.
  • Fomentan la responsabilidad personal cuando la familia pone límites claros, razonables y, en la medida de lo posible, negociados.







Como todo en la vida, a la hora de trabajar eficazmente con normas en casa, han de darse unos requisitos, en este caso es fundamental que los padres cuenten con un principio de autoridad mínimo, además de gozar del respeto de sus hijos.


Si ya estáis convencidos de que las normas os pueden ayudar en vuestro papel de educadores de vuestros hijos, sólo quedan por explicar unas pocas cuestiones básicas para que terminéis de entender a estos poderosos instrumentos de convivencia.


Las normas han de ser



Claras y concretas. Este es un requisito fundamental para que no confundan y sí ayuden. Para entenderlo mejor diremos que una norma debe establecer:







Consistentes y seguras. Deben aplicarse de igual modo igualmente por ambos padres sin distinciones. Se han de aplicar independientemente de los estado de ánimo de la familia o de las personas que estén presentes.

Ajustadas a las capacidades. Es fundamental adecuarlas a las edades, capacidades, grado de aprendizaje de la norma y a las habilidades de autocontrol de los hijos.

Acordadas, negociadas y razonadas: Siempre que sea posible según la explicación dada al principio del artículo cuando abordábamos los distintos tipos de normas.

Con consecuencias explicitadas. Para cada norma se deben concretar las consecuencias derivadas de su cumplimiento  y también de su incumplimiento.

Revisables y evaluables periódicamente. Las normas, especialmente las importantes y las accesorias, deben ser revisable y evaluables periódicamente.


Y con esto, terminamos nuestro viaje al mundo de las normas. Esperamos que os resulte interesante y sobre todo útil para vuestra labor educativa y confiamos en que compartáis estos contenidos para que puedan ayudar al mayor número posible de personas.

Gracias por seguirnos.


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