… o el gran carrusel de cambios
Como se mencionaba en un artículo anterior de esta sección,
la adolescencia representa una etapa vertiginosa en nuestras vidas, en lo que
se refiere a cambios en todas las vertientes posibles: física, psicológica,
actitudes, relacional…
Dichos cambios afectan a los propios jóvenes con
transformaciones radicales que se manifiestan durante la etapa y a vosotros
como padres, que observáis que las cosas
adquieren carices hasta ahora desconocidos ¡y de qué manera!
Estas transformaciones continuas, no obstante, responden a
momentos concretos en el desarrollo y son previsibles, porque favorecen la toma
de contacto con el mundo exterior a la familia y preparan para el
desenvolvimiento futuro.
En este artículo sobrevolaremos la etapa inicial de la
adolescencia (comprendida entre los once y catorce o quince años), conocida también
como pubertad. En esta etapa inicial acapara el protagonismo la transición
física que se produce y que convierte sus cuerpos infantiles en adultos.
Cambios físicos
Los cambios físicos aparecen de forma lenta y paulatina. El
crecimiento del vello púbico y el aumento lento del tamaño de los pechos en las
chicas suelen son los primeros cambios, acompañados de un aumento de la grasa
corporal como preludio del estirón, que se suelen integrar bien por parte de
los jóvenes porque se producen gradualmente y sin brusquedad.
MAM |
El proceso de cambio físico suele durar aproximadamente tres
años.
Si hasta esta época los pequeños venían creciendo
aproximadamente cinco centímetros al año, en esta etapa pueden casi triplicarse
pudiendo llegar a los quince en un solo año. Se observa como las chicas dan
antes el estirón uno o dos años, por lo que entre los once y los trece son más
altas que los chicos. Los chicos se hacen esperar, pero cuando aceleran el
crecimiento se disparan y se observan
cambios radicales en talla y peso.
Los huesos crecen, los músculos (más lentamente), los
órganos internos, la laringe (observaréis como les cambia la voz), aparece el
vello corporal: barba y bigote en los chicos, pelo en el resto del cuerpo; en
las chicas acontece la primera regla, también aparece vello fuerte y más oscuro
en axilas, piernas… En fin, una transformación en toda regla de la que no se
libran de aspectos como el acné, y otras cuestiones no deseadas.
En esta época, es normal que se desarrolle algún complejo,
ya que los cambios son rápidos y a veces suele costar tiempo acostumbrarse a
ellos e integrarlos.
Cambios en la sexualidad
No podemos olvidarnos del desarrollo sexual, ya que es en la
pubertad cuando los órganos sexuales maduran y adquieren su capacidad
reproductora, cuestión bien aceptada (y esperada) normalmente por los jóvenes,
aunque no tanto por los padres, que soléis vivir este aspecto con cierta
ansiedad.
La curiosidad sobre la sexualidad y su descubrimiento,
conducen al inicio de prácticas como la masturbación o los primeros juegos
sexuales entre compañeros con el mismo o con el otro sexo, incluso de los
primeros coitos.
Es fundamental que a estas alturas, ya se haya hablado con
ellos de estos temas por parte de los padres. Al hacerlo hay que actuar con
naturalidad, intentando superar los tabús y las reminiscencias educacionales
que ofrezcan una imagen oscura de la sexualidad.
Cambios en las relaciones
El proceso de ganancia de autonomía de chicos y chicas, se agudiza en esta época de la vida. No obstante, en la etapa
inicial de la adolescencia en la que nos encontramos, las normas familiares aun
imperan y se aceptan sin mayores problemas.
Esa separación más evidente, se observa sobre todo en la
irrupción del grupo de amigos y la importancia capital que para ellos va a
tener a partir de ahora.
Los adolescentes buscan refugio en el grupo, en el que
quieren integrarse e identificarse, por ello comienzan a modificar su imagen a
semejanza del grupo, a través de la ropa, peinados, vocabulario, etc.
MAM |
Las conversaciones de chicos y chicas suelen incluir hablar
del sexo opuesto, que empieza a suscitar un interés creciente. Sin embargo, los
grupos a estas edades, se conforman por jóvenes del mismo sexo por lo general,
dejando paso al otro sexo en cuestiones puntuales y momentos concretos.
La fase inicial de la adolescencia como habéis visto se
caracteriza por unos cambios físicos sobresalientes y por el inicio de unas conductas
tendentes al alejamiento de las figuras paternas.
En próximos artículos desarrollaremos las otras dos etapas
de la adolescencia:
Intermedia y final o tardía, que van a mostrar informaciones
apasionantes y muy enriquecedoras.
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