…o “tener o no tener”...esa es la cuestión
Hace unas semanas iniciábamos con Hijas, hijos y nuevas tecnologías una nueva sección dedicada a las NTIC, enfocada a orientar a madres
y padres para ahondar en el conocimiento y tratamiento de estas tecnologías
desde el ámbito familiar.
En la entrada de hoy vamos a analizar parcialmente al considerado rey de
estos dispositivos: “el móvil” y para hacerlo más fácil, examinaremos algunas
particularidades que entrañan desde dos perspectivas: las de los padres y las de
los jóvenes.
Imbuidos como estamos en una sociedad tecnológica en la que
los ingenios electrónicos y las novedades están a la orden del día y pueden
llegar a erigirse en símbolos de estatus social, ya se considera lógico que
cada individuo disponga de su propio terminal (el 92% de la población mundial
según el estudio mobile life 2012). Ocurre en muchas ocasiones, que a la hora
de adquirir un terminal de teléfono, prácticamente no se entra en
consideraciones del tipo: ¿qué necesidad tengo de teléfono? o ¿qué tipo de
teléfono necesito? Esto que se acaba de mencionar tiene muchísima importancia,
sobre todo en aquellas situaciones en las que se va a dotar a los hijos de uno
de estos artefactos.
Si nos remitimos a los datos de España, la penetración de
los móviles en la población es tan espectacular como la cifra que aporta la
Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones CMT (véase la tabla), según la
cual existen 114 móviles para cada 100 residentes en nuestro país.
Tarde o temprano madres y padres llegan a una inevitable
encrucijada con sus hijos: ¿Comprarles o no el terminal? Y si la decisión es la
de comprarlo, resultan otras nuevas ¿de pre o post pago?, ¿de última generación
o “normalito”?, ¿con o sin acceso a internet?
Muchas preguntas y muchas dudas surgen como es normal en este
momento en el que hay que tomar decisiones importantes y por eso os aconsejamos
que antes de dar cualquier paso, os informéis y valoréis cuestiones que serán
importantes en el futuro inmediato.
Padres
Muchos son los motivos que valoran madres y padres a la hora de adquirir un
móvil para sus hijos.
- Seguridad.
- Tranquilidad de tenerlos a una llamada de distancia.
- Saber o poder saber dónde y con quiénes están.
- Organizar a la familia (en el día a día, los recados, aprovechar las salidas del coche, recoger a hijos del instituto, etc.)
- Conciliar la vida laboral y la familiar a través del contacto que permiten los móviles.
- Conexión permanente entre los miembros de la familia.
- La presión que ejercen los propios hijos (que a la postre, es la razón más influyente según los participantes en un completo estudio realizado por la Oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, a propósito del tema de hoy).
Hijos
Algunos de los argumentos más recurridos por los hijos para
tener su primer móvil son:
- Ritual de paso. Entrada en la adolescencia (hacerse mayor).
- El agravio comparativo “todos mis amigos lo tienen menos yo”.
- Estar al día.
- La conexión con los amigos “hermandad virtual”.
- Estar conectados con los padres. Tranquilidad y seguridad (para los padres, ¡claro!).
Consideraciones
Los expertos hablan de los requisitos que los jóvenes deben
cumplir para afrontar el momento de la adquisición de los dispositivos móviles.
En concreto hablan de la madurez del joven, de la necesidad
real de disponer del teléfono y de la capacidad de hacerse responsable de su
mantenimiento y sobre todo, de su uso.
Por tanto, estas deberían ser cuestiones que madres y padres
analizarais antes de dotar a vuestros hijos con uno de estos artefactos.
En próximos artículos ahondaremos en las características,
riesgos y consecuencias posibles del uso de móviles, pero antes de eso, aquí
van unas recomendaciones previas a su adquisición.
Recomendaciones
Las siguientes recomendaciones, están
basadas en las demandas de tratamiento solicitadas por una importante
cantidad de madres y padres con los que he trabajado y que han sido motivadas,
por lo que ellos entendían como usos problemáticos del móvil por parte de sus
hijos.
Valorar la edad para adquirirlo
Está claro que a veces otorgamos a los hijos atributos que
aun no poseen. El resultado de esto es que a veces, ponemos en sus manos cosas
y les exigimos conductas responsables de adulto cuando todavía no lo son. La posesión de un teléfono móvil no escapa a esto, ya que hay edades en las que los niños no están
preparados para gestionar la magnitud de determinadas situaciones. Recordad que
un móvil (dependiendo de sus características) no es solo un móvil, sino que
puede ser cámara de video, transmisor de datos, localizador, televisión,
consola de juegos, red social, acceso a internet, etcétera, etcétera. ¿Habéis
considerado la capacidad distractora que pueden poseer?, ¿qué usos estáis
considerando para vuestros hijos?, ¿cuáles son las necesidades reales?,
¿entendéis los móviles?, ¿conocéis su potencial?.
Las respuestas a estas cuestiones pueden ayudaros mucho a afrontar este tema, por lo que el primer consejo es informaros. A veces madres y padres os lleváis desagradables sorpresas como consecuencia del uso de los móviles por parte de vuestros hijos.
Las respuestas a estas cuestiones pueden ayudaros mucho a afrontar este tema, por lo que el primer consejo es informaros. A veces madres y padres os lleváis desagradables sorpresas como consecuencia del uso de los móviles por parte de vuestros hijos.
En mi opinión, aunque puedan parecer bichos raros (que no lo
son ni lo serían), no deberían poseer un móvil propio al menos hasta los 14 años, valorando
usos concretos de algún móvil de la casa hasta ese momento (excursiones, salidas
a cumpleaños…).
Establecimiento previo de normas de uso
Previamente a la adquisición, es recomendable que se
establezcan las normas de uso. Es el mejor momento, teniendo en cuenta que es
necesario el consenso y el compromiso por parte de los hijos con las normas que
se establezcan. El momento es idóneo, ya que el deseo de tener su propio
teléfono, les hará estar más abiertos y receptivos a un uso inteligente y
controlado del móvil. Esto os puede ahorrar más de un quebradero de cabeza en
el futuro, ya que contaréis con su compromiso explícito de uso responsable.
Normas
Las normas que recomendamos se contemplen, tienen que
recoger, entre otras.
Horas de uso (evitar momentos comunes como comidas o
cualquier momento en el que haya una comunicación familiar, horas de estudio,
tope de hora por la noche), a veces el uso se convierte en abuso, con todas sus
consecuencias.
Financiación (qué gasto máximo se considerará y en qué
porcentaje se asumirá por cada parte).
Tipos de uso (por ejemplo, prohibir su uso para denigrar,
vídeos violentos, acosar, etc.). Aunque seguramente confiaréis en vuestros
hijos, no está de más que se consideren estos aspectos para curarse en salud.
Normas de educación y respeto (por ejemplo dar prioridad a
las personas físicas).
Tan importantes como las normas o más, son las consecuencias
del cumplimiento o no de aquellas.
Me refiero a que si se acuerda una norma, es necesario que
haya consecuencias tanto si se cumple como si no.
¿Por qué? Muy sencillo, para aprender.
Es fácil que los jóvenes transgredan las normas establecidas
y además es necesario, para que al vivir las consecuencias de
sus faltas, aprendan y maduren y en el futuro tomen y valoren sus decisiones
anticipando lo que pueda ocurrir. En caso de incumplimiento de las normas sobre los móviles, tengo la firme convicción que debe haber consecuencias claras, que incluirían la limitación o restricción de su uso y evidentemente su retirada.
También es muy reforzador y educativo, que el cumplimiento de una norma repercuta en algo agradable para quien actúa en consonancia con ella. De ese modo, quien haga un uso responsable del móvil, podría ir ampliando sus márgenes de autonomía, e ir reduciendo las normas paralelamente a la integración de esas conductas responsables.
En opinión de Pedagogía para Padres, es fundamental que al
menos estas consideraciones se lleven a cabo.
Con este artículo, no pretendemos dirigir, ni crear pautas,
ni decidir por las madres y los padres. Sabemos que este campo es muy complejo
y que muchas personas tienen sus propias opiniones al respecto que para nada
tienen porqué parecerse a nuestras propuestas y teorías.
Lo que nos mueve, como siempre, es ofrecer cuestionamientos
críticos, análisis, pautas y métodos educativos, etc., con la finalidad de que
vuestra responsabilidad parental se apoye en argumentos elaborados y pensados
para tal fin. Creemos que esa perspectiva puede ayudaros, aunque recordad
que cada cual decide y actúa bajo su
propio criterio y responsabilidad.
Volveremos pronto con más, pero os volvemos a solicitar
vuestro aliento compartiendo el artículo clicando en Me gusta y a través de vuestras
propuestas participando con vuestros comentarios.
Gracias.
Gracias.
Hay muchas cuestiones a valorar, es cierto.
ResponderEliminarAdemás, los smartphones y sus tarifas se pueden configurar de diferentes maneras, activando o desactivando ciertos servicios, ...
También respecto de la edad hay más cuestiones.
Si el colegio queda lejos llega un dia en que hemos de dejar de acompañar a nustr@s hij@s o dejar de usar el bus escolar, por mucho que nos cueste a los padres aflojar ese lazo. Si hay que caminar un buen rato o tomar un transporte público, es mucho más tranquilizador si se dispone de móbil, y se pueden establecer limitaciones muy concretas y claras.
A mí me gusta más acordarlas que desactivarlas de entrada, pero en caso de incumplimniento ésta és una buena opción de "consecuencia".
Es cierto Ángel, que los teléfonos inteligentes ofrecen una versatilidad muy importante, permitiendo una combinación enorme de configuraciones. De hecho, creo que para los jóvenes es uno de los principales alicientes el de la posibilidad de "personalización" que les ofrecen estas máquinas. Comparto tu aportación que abre otro punto en el debate: la necesidad de que los padres conozcan estos dispositivos y sus posibilidades. Mi experiencia con padres me dice que la gran mayoría de ellos son prácticamente analfabetos en estas tecnologías, lo que les deja en desventaja absoluta respecto a sus hijos. Es importante que madres y padres acorten la brecha digital que se menciona en la entrada Hijas, hijos y nuevas tecnologías, para poder dar respuestas ajustadas a las situaciones que se planteen con el móvil de por medio.
EliminarGracias por tu aportación y un saludo.