lunes, 19 de marzo de 2012

Efectos de los estilos educativos...

... o así son los hijos.




De Maccoby(1), extraemos un puñado de conclusiones.

De un comportamiento parental predominantemente Autoritativo o Democrático, se derivan hijos con un autoconcepto realista, coherente y positivo, es decir, hijos conocedores de sus potenciales, fortalezas y limitaciones. Su autoestima se presenta en unos niveles adecuados, con la consiguiente confianza en sí mismos. Suelen mostrar un equilibrio entre sus grados de obediencia y autonomía. Desarrollan sentido de la responsabilidad y poseen compromisos personales a los que son fieles. Se relacionan en los diferentes contextos (familia, escuela, iguales, etc.) con bastante facilidad, ya que desarrollan habilidades prosociales. Presentan menor conflictividad en las relaciones familiares y con los padres. Disponen de motivación de logro, que les facilita buenos resultados académicos.

Un estilo Autoritario, tal como se definía en el artículo anterior, produce unos niveles de autoestima más bajos, al igual que  ocurre en otras dimensiones como la autoconfianza, el grado de autonomía personal o el desarrollo de habilidades sociales. Suelen ser precavidos por las consecuencias de sus acciones, lo que les ubica en lugares discretos en el plano social. Pueden presentar grados de ansiedad algo elevados. El autoritarismo otorga protagonismo al control externo, lo que traba una adecuada interiorización de lo que se pretende transmitir (las cosas se hacen porque lo mandan, no porque me las crea o las entienda). Valoran el orden, responden a la autoridad, desarrollan disciplina y suelen tener logros académicos. Existe un riesgo bajo de presentar problemas de conducta tanto en casa como fuera de ella.

Los hijos de los padres y madres Permisivos presentan como norma general una muy elevada autoestima acompañada de su muy elevada también, autoconfianza. Disponen de habilidades para las relaciones interpersonales, ya que les han dedicado mucho cariño y atención. Por otro lado, al no haber recibido normas y límites claros ni suficientes, tienen falta de autodominio, autocontrol. No fijan motivaciones internas, por ejemplo en el aspecto académico y existe riesgo de desviaciones graves de conducta, debido a la impulsividad y a no haber adquirido responsabilidad sobre los efectos de sus conductas (no han tenido consecuencias).

Estilos negligentes de educación facilitan hijos con un autoconcepto negativo. La nula atención prestada les otorga graves carencias en auto-confianza y autorresponsabilidad. Su autoestima, al no sentirse importantes ni queridos, es baja (¿cómo puedo aprender a quererme si no me demuestran que me quieren?). Sus motivaciones para estudiar parecen muy deficitarias, escaso autodominio (no han tenido normas ni límites, o sea, han hecho cuanto les placía) y bajo sentido del esfuerzo personal. Pueden presentar trastornos psicológicos y desviaciones graves de la conducta.

Llegamos al final del desarrollo de los estilos educativos, espero que con esta serie de artículos, hayáis podido ubicaros sobre el tema y dispongáis de una información fácil de entender y no por ello carente de calidad.
Cualquier comentario o duda al respecto, podéis plantearlo un poco más abajo. Se os responderá.
¡Hasta la próxima!

Bibliografía

1 MACCOBY, Eleanor E. Social Development. Psychological Growth and the Parent-Child Relationship. Harcourt Brace Jovanovich, Publishers, 1980.

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